17 Jun Vacaciones mentales. 10 consejos para conseguirlo
¿No te ha pasado alguna vez que no paras de darle vueltas al mismo problema una y otra vez? Es como una noria que no para en tu cabeza.
Esto luego te genera una serie de consecuencias muy negativas, como perder el apetito, estar desanimado todo el día, no te dan ganas de hacer nada y cuando llega la noche, por muchas ovejas que cuentes, no logras conciliar el sueño.
Es uno de esos días en los que acabas con un gran agotamiento físico y mental, como si te hubieras hecho una auténtica maratón.
Y claro, no vas a salir de rositas de todo esto, ¿O qué creías? Sabes, esto hace mella en tu salud mental.
Por eso considero que es muy fundamental que de vez en cuando, te tomes unas vacaciones mentales. Es momento de dedicar uno o varios días a pausar tus problemas.
¿No te has dado cuenta que por muchas vueltas que le des, la solución no llega de esa manera? Porque entre más pienses en tu problema, muchas veces esto provoca que aumenten mucho más tus pensamientos negativos, que a tu mente le encantan y los va a acoger con mucho mimo.
Todo este cúmulo de pensamientos solo te llevan a tener más estrés, ansiedad, miedos e inseguridades que solo sirven para estancarte en tus objetivos y que al final no los puedas alcanzar.
Te aseguro que nada es tan horrible como parece, y la posibilidad de que sucedan todo lo negativo que piensas es en realidad mínima.
La cuestión no es seguir atendiendo esos pensamientos, pues solo sirven para agrandar la situación, la cuestión es saber que esto que está pasando no es terrible, así que bien ¿Qué puedes hacer para solucionarlo?
Cuando nos planteamos esa pregunta, hace que tu atención se dirija hacia soluciones y salidas y no hacia el problema única y exclusivamente.
Te propongo una 10 recursos fundamentales para poder cogerte tus vacaciones mentales:
- No trates de solucionar todo: muchas personas viven para centrarse en solucionar las necesidades de los demás olvidándose de sí mismo, y esto es trágico. Si tu te olvidas de ti mismo, nadie va a cubrir tus necesidades, pues eso es algo que solo depende de ti. Está bien ayudar a los demás, dar un apoyo un consejo, pero márcate un límite para que los problemas de los demás no se conviertan en los tuyos propios.
- Tu vida es tu responsabilidad: sólo depende de ti ser feliz. La felicidad no es la ausencia de problemas, si no la capacidad de poder gestionar adecuadamente todos nuestras emociones y sus circunstancias. Que mejor forma de tomarse unas vacaciones mentales que aprender a mirar para uno mismo y así parar el run run mental, centrarse en lo que te apetece hacer y planificar una vida más o menos plena. El cambio sólo depende de ti. Tú decides cuando dar el primer paso.
- Arriésgate: deja de pensar, da igual equivocarse, a veces en el error está el aprendizaje. Arriésgate a salir de tu rutina, a probar cosas nuevas: habla con gente nueva, haz una actividad nueva, prueba algo nuevo… Entre más variedad más conocimiento y más posibilidades de placer.
- No te compares: no paramos de compararnos con los demás y esa no es la solución, porque sólo hace que tu autoestima se haga más pequeña. Olvídate de las etiquetas negativas y di cosas maravillosas sobre ti mismo cada vez que te reflejes en el espejo.
- Deja de quejarte y poner excusas: solo aumentan tu malestar, generan energía negativa y te limitan en el sofá de casa para que no salgas y disfrutes de la vida.
- Busca 10 cosas maravillosas todos los días: a la hora de dormir piensa 10 cosas positivas que te hayan pasado hoy. No tienen que ser grandiosas, aunque solo el hecho de existir lo es. Puede ser ese chiste que te contaron, ese cafecito que te supo tanto… Tu vida está llena de cosas interesantes y bellas, encuéntralas.
- Escoge una hora de desconexión total: para poner una pausa a tus pensamientos. Aprovecha y respira, son muchas las veces en el día que cortas tu respiración sin darte cuenta y esto aumenta tus niveles de estrés.
- Date un capricho cada día: prémiate, piensa en que te apetece hacer y hazlo. Tu tiempo es solo tuyo, gestiónalo y refuérzate por el buen trabajo.
- Contacta con tu yo más animal: porque formas parte de esta naturaleza y ésta te puede ofrecer una gran relajación entre otras cosas. Ve a la playa, camina descalzo, coge sol, siéntate bajo un árbol.
- Agradécete: todos los días agradecete algo a ti mismo por lo que hayas conseguido, hecho, sentido. Eres especial y único en este universo ¿Por qué no darte las gracias?